VISITANTE

sábado, 31 de agosto de 2013

El mito de la originalidad (o Mater semper certa est)

La originalidad es la transposición de un plagio; el hechizo que nos lleva cada vez a presenciar el nacimiento de una idea. Lo nunca visto, lo legítimamente original, es más una certidumbre psicológica que empírica. Se pierde la originalidad, cuando se olvida la espontaneidad. Plagia quien, por ser conocedor de las cosas, pierde la ingenuidad de su descubrimiento. Y se podría agregar, que no hay nada más original que poner en boca de un autor célebre, un producto de nuestra cosecha. No hay fuentes exactas, como no hay ideas precisas; no hay celebridades sin equívocos. ¡Bendito seas tú, lector, que me comprendes mal! Mis ideas son semillas en busca de suelos fértiles. El pensamiento, es apenas la historia de un connubio, mancillado por infidelidades.